ALIMENTACIÓN

 

COMO ALIMENTARLO

Las necesidades nutricionales de cada perro son distintas en función de la edad, la raza, la cantidad de ejercicio.... No existe por tanto una fórmula magistral que nos diga cual es el tipo y cantidad de comida que necesita nuestro perro. Se puede sin embargo marcar una pauta general.

Déjale siempre agua fresca a su disposición.

A la hora de elegir entre una dieta seca (croqueta) o húmeda (latas) es más aconsejable la primera, ya que ayuda a mantener una dentadura sana y libre de sarro, y suelen tener una composición más equilibrada. Si el perro se cansa de la croqueta, una posible solución es mezclarla con un poco de comida enlatada (dieta semi-húmeda) o cambiar de marca.

Si cambias la dieta hazlo siempre de forma progresiva.

En el envase te indican las cantidades adecuadas según el peso, la edad y las necesidades de cada perro. cada uno

Si el perro tiene necesidades especiales, ya sea por sobrepeso, alergias, enfermedades cardiacas, embarazo... pregunta a tu veterinario, ya que existen productos alimenticios específicos para cada problema.

 

QUE NO DEBE COMER

 

Hay una serie de alimentos que pueden resultar dañinos para tu perro. Aquí tienes una lista con los principales:

Huesos: Al roerlos pueden astillarse y perforar el intestino del animal, es mejor darles huesos comerciales, fabricados con piel tratada. Si decides darle huesos naturales, han de ser grandes, de res o cerdo, pero nunca de pollo, ya que se quiebran con mucha facilidad.

Chocolate: El chocolate contiene teobromina, que suministrado en grandes cantidades es muy tóxico para los perros. Un perro que come chocolate presentará síntomas parecidos al envenenamiento: vómitos, temblores, diarrea....

Cuidado con las sobras: Es muy común alimentar a nuestra mascota con los restos de la comida, sin embargo esta práctica puede ocasionar trastornos alimenticios graves. Los alimentos comerciales son una fuente completa de nutrientes, el aporte extra que el perro recibe con los restos de la comida NO le beneficia, y cuidado si las sobras contienen alimentos picantes como el chile.

Cebolla: La cebolla cruda en grandes cantidades (unos 50 gr.) es tóxica para los perros. Sin embargo no resulta dañina si está cocida o se da en pequeñas dosis.